Me pongo a pensar en las cosas que creo, creo en la libertad, creo en la felicidad, creo en el amor, creo que se puede ser feliz con la humildad de este sentimiento. Creo en Dios, creo en su enseñanza, creo en la ciencia, creo en el poder de la información.
Pero ¿Quién me dice que en lo que creo está bien? ¿Quién me dice que esto es verdad? Nadie en realidad… Buscamos la verdad como algo necesario para nuestras vidas, inconciente o concientemente la buscamos. Es más la sociedad trata de buscar la verdad. Desde ir al colegio hasta las relaciones entre amigos queremos tener la razón y la verdad de nuestro lado.
La sociedad nos enseña que buscando la verdad vamos a superarnos los unos a los otros. Tenés que ir al colegio (una forma de buscar “verdad”) para poder educarte y conseguir un trabajo, entonces si sabemos más que otro vamos a poder conseguir un trabajo que el resto quiere pero no puede tenerlo. Si somos los que más sabemos de algo vamos a ser únicos y apreciados, si somos los que tenemos la información y la verdad en nuestras cabezas somos más que los demás, o esto es lo que la sociedad nos dice inconscientemente. Aclaro en nuestras cabezas, porque en esto también juega la mentira o como manipulamos la verdad para que nos convenga.
Pero me pongo a pensar ¿si todo en lo que creo no fuera verdad? ¿Cómo seria ese sentimiento? Si la libertad en realidad no existe siempre estamos atados a algo, si el amor fuera la mentira más grande del planeta y es usada por algunos para aprovecharse de nosotros, si esa humildad de la que hablo no alcanzara para ser feliz, si al morir Dios no estuviese ahí y su enseñanza fuera un engaño, si la ciencia se equivocase como paso en tantas ocasiones en el pasado, si esa información con la que contaba no fuera verdad ¿Qué pasaría?
Que vacío se sentiría uno al comprender que todo era mentira, sentirse traicionado, sentirse herido. Juega un rol tan importante nuestras creencias en nuestra vida y como las afrontemos, como las llevemos…
Friedrich Nietzsche decía que “Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”. El que cree llega a lo más incisivo, le da una respuesta a las cosas pero con Fe y esperanza, el que cree puede no temerle a muchas cosas porque encuentra el consuelo en su creencia, el que cree esta armado con sus conocimientos para salir adelante.
¿Hay que vivir buscando la verdad? Esta búsqueda nos puede llenar de peligros, de descubrimientos que no queremos tener.
¿Vale mas vivir en la ignorancia feliz o descubrir una dolorosa verdad?
Descubrir que te defrauden o te defraudaron puede hacerte doler hasta partes del cuerpo que no sabíamos que teníamos, pero ¿Qué es mejor? Nunca haberlo descubierto para vivir una mentira que no te hace mal.
Esto es lo que nos hace fuertes, lo que nos hace valientes, vivir buscando una verdad para poder afrontar las cosas con experiencia, si uno vive una película será difícil que la película tenga un final feliz, en cambio, buscando la verdad uno vive con pasión la mejor película de todas, que es nuestra vida.
Me gusta la idea de vivir con pasión luchando por lo que creemos, no con violencia sino defendiendo nuestros ideales, nuestros valores, nuestra persona.
Vuelvo a pensar en las cosas que creo, la libertad, el amor, en Dios, en su enseñanza, en la ciencia, creo en el poder de la información, prefiero vivir con los valores de mis creencias y luchar (por luchar hablo de defender) por lo que en mi creencia es un mundo mejor, que morir en la mentira de haber pensado que ame, que morir en la mentira de haber pensado que alguna vez viví… Creo en mí porque quiero cumplir mis sueños, si uno lucha por sus sueños, cree en ellos, los sueños se cumplirán si se cree con el corazón…