-Yo estudio Comunicación Social.
-¿Y qué hacés con eso? es una boludez.
¿Por qué estudio Comunicación Social? me lo he preguntado más de una vez en estos años de estudios universitarios. Ahora a seis materias y un final de terminar la cursada me lo cuestiono alguna que otra vez. Será que uno intenta pensar que no le dedicó tanto tiempo a algo innecesario, inútil.
Entonces suceden hechos pintados de amarillo, vestidos del más crudo de los patitos de hule.
Nos conviene, les conviene, pensar que es una idiotez, que a nadie le interesa. Para evitar la problemática de hacernos cargo, que ese pibito de 11 años es culpa de todos. Es todavía mucho mejor para nuestras conciencias creernos lo que aparece en nuestras pantallas, sin crítica alguna mas que a alguna persona del poder Estatal, mientras nos dedicamos a poner unos papelitos en las urnas cada dos años, creyendo que con eso cumplimos.
Y así nos relatan, el cuentito apocalíptico de nuestra nación diezmada por unos cuantos políticos, que roban y arremeten con todo, llenando sus arcas de oro. Pero detrás de todo se esconde el peor de nuestros enemigos, aquel que no podemos ni siquiera señalar, ni siquiera aparece en las boletas cada dos años pero sigue presente desde la dictadura hasta nuestros días.
¿Por qué estudiar Comunicación? no sé, no tengo claro en que momento me contaron que era otra la historia, tal vez soy hijo, sobrino, primo segundo o algo por el estilo de la ley de medios y ese famoso conflicto. Comencé la facultad en pleno auge del debate por ella y comenzar a ver quién era el que movía los hilos detrás de todo ¿movía? mueve.
Con el mismo descaro que nos pone una cámara delante de un "Polaquito" con el mensaje implícito o explícito de odio hacia la pobreza, afectada a esa inexorable perdición, nos apabulla con el cataclismo que se viene si no votamos lo que le conviene.
Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo escribe en Patas arriba: "Día tras día, se niega a los niños el derecho de ser niños. Los hechos, que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños".
Escribo esto a riesgo de ser etiquetado (como nos gusta hacer), de zurdito, idealista, naif, estúpido y otras conveniencias al gusto de cada uno, tal vez, solo utilizado como placebo para lo que intenté esbozar líneas arriba, no hacernos cargo.
Reiteradas veces en la carrera me dijeron "si querés ser periodista tus ingresos no van a ser muy altos" seguido de un "se supone que vas a contar lo que a los poderosos no les conviene, claramente no vas a tener muchos inversores en esos medios". Es que claramente el periodismo independiente no es rentable, en cambio del Periodismo Independiente que da muchos mejores dividendos, ya que controla la mayoría de los medios masivos, señales televisivas, internet, radio, telefonía, con todas sus publicidades. Por eso, desconfío de todo aquel que se interese solo en contarme un lado de la historia, sin critica y otras voces.
Mi abuelo me dijo una vez: "Los medios no mienten, solo te informan con hechos de la realidad".
Tal vez, él fue ese niño del medio que lo ataron a la pata del televisor, por eso, estudio Comunicación Social, para cortar sogas, cadenas, ataduras. Tal vez así, en alguna pequeña parte contribuiremos a que haya menos niños sintiéndose basura o dinero y más niños con magia, simplemente siendo niños.
¿Por qué estudio Comunicación Social? me lo he preguntado más de una vez en estos años de estudios universitarios. Ahora a seis materias y un final de terminar la cursada me lo cuestiono alguna que otra vez. Será que uno intenta pensar que no le dedicó tanto tiempo a algo innecesario, inútil.
Entonces suceden hechos pintados de amarillo, vestidos del más crudo de los patitos de hule.
Nos conviene, les conviene, pensar que es una idiotez, que a nadie le interesa. Para evitar la problemática de hacernos cargo, que ese pibito de 11 años es culpa de todos. Es todavía mucho mejor para nuestras conciencias creernos lo que aparece en nuestras pantallas, sin crítica alguna mas que a alguna persona del poder Estatal, mientras nos dedicamos a poner unos papelitos en las urnas cada dos años, creyendo que con eso cumplimos.
Y así nos relatan, el cuentito apocalíptico de nuestra nación diezmada por unos cuantos políticos, que roban y arremeten con todo, llenando sus arcas de oro. Pero detrás de todo se esconde el peor de nuestros enemigos, aquel que no podemos ni siquiera señalar, ni siquiera aparece en las boletas cada dos años pero sigue presente desde la dictadura hasta nuestros días.
¿Por qué estudiar Comunicación? no sé, no tengo claro en que momento me contaron que era otra la historia, tal vez soy hijo, sobrino, primo segundo o algo por el estilo de la ley de medios y ese famoso conflicto. Comencé la facultad en pleno auge del debate por ella y comenzar a ver quién era el que movía los hilos detrás de todo ¿movía? mueve.
Con el mismo descaro que nos pone una cámara delante de un "Polaquito" con el mensaje implícito o explícito de odio hacia la pobreza, afectada a esa inexorable perdición, nos apabulla con el cataclismo que se viene si no votamos lo que le conviene.
Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo escribe en Patas arriba: "Día tras día, se niega a los niños el derecho de ser niños. Los hechos, que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños".
Escribo esto a riesgo de ser etiquetado (como nos gusta hacer), de zurdito, idealista, naif, estúpido y otras conveniencias al gusto de cada uno, tal vez, solo utilizado como placebo para lo que intenté esbozar líneas arriba, no hacernos cargo.
Reiteradas veces en la carrera me dijeron "si querés ser periodista tus ingresos no van a ser muy altos" seguido de un "se supone que vas a contar lo que a los poderosos no les conviene, claramente no vas a tener muchos inversores en esos medios". Es que claramente el periodismo independiente no es rentable, en cambio del Periodismo Independiente que da muchos mejores dividendos, ya que controla la mayoría de los medios masivos, señales televisivas, internet, radio, telefonía, con todas sus publicidades. Por eso, desconfío de todo aquel que se interese solo en contarme un lado de la historia, sin critica y otras voces.
Mi abuelo me dijo una vez: "Los medios no mienten, solo te informan con hechos de la realidad".
Tal vez, él fue ese niño del medio que lo ataron a la pata del televisor, por eso, estudio Comunicación Social, para cortar sogas, cadenas, ataduras. Tal vez así, en alguna pequeña parte contribuiremos a que haya menos niños sintiéndose basura o dinero y más niños con magia, simplemente siendo niños.