Alejandro es el niño que vive en mis sueños, tiene 9 años y me visita algunas noches. Se queda en la calle de mi imaginación y suele aparecer cada tanto para hablar. No importa lo que este haciendo en el sueño, sea sueño o pesadilla, Ale aparece y tengo que dejarlo todo lo que este pasando para compartir con él instantes, para mi son minutos largos o horas pero seguro son algunos segundos. Intento convencerlo cada noche que tiene que volver a su casa con su mamá que tiene 22. Sé que es duro o difícil de creer pero yo no inventé esta historia porque Alejandro vive. Tiene conciencia de sus actos y decide no volver, "Las cosas con mi vieja estaban mal", me dice con su cara seria. Es un adolescente encerrado en un cuerpo de niño.
Ale no me escucha mucho, él no quiere volver, prefiere estar en la calle. No se si es porque mis sueños son mejor que su casa, la información me la suelta de a poco pero siento que estoy por hacerlo entrar en razón al inquilino de mis noches. Es que a veces mis sueños están buenos, visito lugares desconocidos o estoy por jugar un partido importante y de repente aparece el rubiecito con ojos cansados negros y tes quemada por el sol a decirme que quiere hablar o me interrumpe con una broma o jugarreta que trunca lo que hago. Él sabe bien cuando me molesta pero es un nene que le puedo decir, yo haría lo mismo. A veces le presento personas de mis sueños a ver si le gustaría ir a visitarlos, no para que se vaya, siento que lo extrañaría pero para que visite otros sueños, yo siempre hago lo mismo en ellos. Tal vez cuando no aparece va a visitarlos. La cuestión es que no puedo enojarme con él y tampoco ignorarlo es mi espíritu de misión que responde tanto en la realidad como en mis sueños, me siento a charlar con Ale. Creo que ya nos estamos haciendo amigos, me parece que es una de las razones por las que no quiere irse, yo le digo que nos vamos a seguir viendo si vuelve a su casa pero él dice que no. que mis sueños son mejor lugar que la realidad donde existen el hambre y el frío, en mis sueños no hay tales cosas, prefiere eso aunque solo exista unas pocas horas a la noche.
sábado, 27 de julio de 2013
martes, 23 de julio de 2013
Kairos
Nelson Mandela dijo: "Nadie nace odiando a otra persona por su color de piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, también se le puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario".
La existencia del amor es natural en nosotros, amamos a esa madre que nos abriga, nos alimenta, nos protege. Amamos ese abrazo, ese beso, ese cuidado. Después la sociedad nos lleva a odiar, porque tal sentimiento es creado por la gente, no es natural del hombre.
El amar a todos es el regalo divino, Dios y el Diablo, el amor y odio.
Me llama la atención como podemos sentir amor y odio. Como se habla de calor y frío, este último lo definen como la ausencia del primero. El odio es justamente la ausencia de amor, la falta del calor humano.
Dios es amor, el odio es la ausencia de amor entonces el odio en realidad es la ausencia de Dios.
Si uno amara a todos, si pudiésemos aceptar al otro tal como es, amarlo y corregirlo con este amor una vez que hizo algo que me dolió. Si pudiéramos imaginar solo por un segundo esto, estaríamos hablando claramente del paraíso.
Es utópico, tal vez estúpido luchar por este mensaje, pero es lo que me da felicidad. El pensar que todos podemos lograr el cambio, que el reino, el cielo, el Kairos está a la vuelta de la esquina y solo depende de nosotros.
Tenemos el edén con nosotros, tenemos la vida y el amor, tenemos todo lo posible para hacer esto realidad, si no vivimos en un mundo perfecto es porque no queremos o no confiamos realmente en esta posibilidad.
Pienso en mi vida con esta misión, no como algo que se hace de vez en cuando, sino en esto como forma de vida.
Te invito a tratar de vivir con este mensaje de amor a todos. Sé sincero con todos, ama, confía, viví con felicidad. Una vez te animes a esto verás que puedes ser libre realmente.
La existencia del amor es natural en nosotros, amamos a esa madre que nos abriga, nos alimenta, nos protege. Amamos ese abrazo, ese beso, ese cuidado. Después la sociedad nos lleva a odiar, porque tal sentimiento es creado por la gente, no es natural del hombre.
El amar a todos es el regalo divino, Dios y el Diablo, el amor y odio.
Me llama la atención como podemos sentir amor y odio. Como se habla de calor y frío, este último lo definen como la ausencia del primero. El odio es justamente la ausencia de amor, la falta del calor humano.
Dios es amor, el odio es la ausencia de amor entonces el odio en realidad es la ausencia de Dios.
Si uno amara a todos, si pudiésemos aceptar al otro tal como es, amarlo y corregirlo con este amor una vez que hizo algo que me dolió. Si pudiéramos imaginar solo por un segundo esto, estaríamos hablando claramente del paraíso.
Es utópico, tal vez estúpido luchar por este mensaje, pero es lo que me da felicidad. El pensar que todos podemos lograr el cambio, que el reino, el cielo, el Kairos está a la vuelta de la esquina y solo depende de nosotros.
Tenemos el edén con nosotros, tenemos la vida y el amor, tenemos todo lo posible para hacer esto realidad, si no vivimos en un mundo perfecto es porque no queremos o no confiamos realmente en esta posibilidad.
Pienso en mi vida con esta misión, no como algo que se hace de vez en cuando, sino en esto como forma de vida.
Te invito a tratar de vivir con este mensaje de amor a todos. Sé sincero con todos, ama, confía, viví con felicidad. Una vez te animes a esto verás que puedes ser libre realmente.
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