La vida es para sentirla, no para pensarla. Somos presos de nuestros sentimientos que nos dominan a nosotros, a su vez, creemos controlar lo que pensamos pero estos son una síntesis de lo que sentimos.
Los pensamientos son fáciles de olvidar, y tan fáciles son que si no son transformados en lo que sentimos, no duran más que su propia existencia efímera.
La vida, después de varios errores y aciertos cometidos, te das cuenta es para ser feliz, esa felicidad es producto de cosas que se nos escapan, pero podemos aprender a todo transformarlo en experiencia para seguir encontrándola.
Tal vez no vuelva a tener tus besos, es posible que capaz no tenga tus abrazos, ni siquiera tu risa. Puede ser que seas un dulce recuerdo, puede ser que sólo este parado acá cuando vuelvas.
Hay un tiempo para todo, y el tiempo de crisis es para crecer, el otro es para disfrutar. La ausencia de tu sonrisa es para crecer, cuando la tenga otra vez, o no la vuelva a tener y aprenda a vivir sin ella entonces disfrutaré.
Mientras más lejos se encuentre tu recuerdo, volverá con más fuerza, pero seguro se aprenderá a vivir con él.
La vida se siente y este aire de resignación no es de tristeza, es de firmeza. Las cosas pasan cuando tienen que pasar, y si no pasan, entonces no debió haber sido.
Me encantaría que seas vos quien emerja de la oscuridad, me encantaría sentir tu piel, tus besos deshaciéndome el alma.
Me encantaría que te quedes una noche más sólo para decirte todo lo que no pude decirte antes de tu inesperado egreso, sólo me gustaría recordarte lo que me encanta mirarte y besarte cada sonrisa.
Me hubiese gustado descubrir tu sombra en mi cama antes que mis ojos se cierren y es que tal vez tuve que cerrarlos para despertar.
Otra vez el sol brilla con más intensidad y tal vez no sea tu sonrisa la que ilumine sino mi propio brillo. Tal vez llego el sentimiento que necesitaba para estar tranquilo conmigo mismo de que no me quedó nada por hacer y la falta fue el destino que nos chocó.
Tal vez ni te importe leer esto, sólo espero que alguna vez lo hagas. Porque tenes tu propio brillo pero brillamos más juntos.
En algún momento si la suerte está de mi lado recuerdes un poco todo lo que desperté en vos y se te escape una sonrisa como tantas que te robe.
Sólo descubrí que la espera no es eterna, que eterno es el sentimiento. Aunque mis ojos sigan brillando por tu ausencia.
lunes, 30 de diciembre de 2013
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Contenedores
Él se preguntaba cómo hacer para no escribir de ella. Desde el momento que la vio algo cambió en su persona para siempre, estaba perdido y todo lo demás estaba adherido a su él y no era suyo.
Cuando la pudo visualizar aquella noche, fue un segundo, con eso bastó para perderse por años. En el momento que se hundió en la profundidad de sus ojos negros, sin fondo con miles de estrellas, esos ojos que sentís ver el universo dentro de ellos, que podés descubrir galaxias en esas dos ventanas hacia lo infinito. Es increíble todo lo que transmiten sus ojos, pensaba, son definitivamente la boca del alma.
Después de un tiempo reconoció en ella una personalidad como una montaña rusa del mejor parque de diversiones, no encontraba en este ser algo que no fuera intrigante, todo por donde caminaba y hablaba era signo de atracción para él. Hay pocas personas tan libres en el mundo y al mismo tiempo que no sean egoístas, es un don que es difícil de manejar.
Esa destreza de ella le causaba un temor terrible, porque en su libertad se encontraba el escaparse cada tanto a ver que gusto tenían otros besos, solamente para volver a quedarse con los de él.
Ella era constante misterio, constante silencio. Aprendió que no se comunicaba como la mayoría de la gente sino que su comunicación era a través de otro lenguaje que luego entendió. No era en palabras, ni siquiera en gestos normales, eran movimientos lingüísticos del alma que hablaba por ella sola, era pura alma puro sentimiento, escondido detrás de la coraza del cuerpo humano normal.
En el comienzo pensó que era un ser cerrado, frío, poco sentimental. Hasta que se encontró con que el cerrado era él, que no entendía su lengua. Ese idioma que inventó ella, lo supo descubrir a prueba y error, atando y desatando, construyendo y destruyendo.
Le costó llegar, pero una vez que habló su mismo idioma se pudieron entender, y así, ella hizo de cada noche un infierno y de cada día un paraíso. Cuando lograron entenderse, y dominaron el lenguaje del alma, fue que pudo reír, una risa que nadie había despertado en él y como no hacerlo si era puro amor.
No necesitaban las palabras de siempre, simplemente impuestas arbitrariamente por la sociedad, no necesitaban "te amo"; "novios" ni ningún estructura ya creada. A él le costó entenderlo pero una vez que fue así, sintió una liberación incalculable. Las palabras creadas para estructurar encierran, las formas de nombrar las cosas y sentimientos son como el cuerpo para el alma, una botella que contiene el liquido para que no se desparrame, es un simple contenedor que no deja que se expanda hasta donde uno pueda imaginar.
Las palabras, eran el cuerpo para ella, eran su cárcel.
Él pudo ser libre gracias a ella, libero su alma de su cuerpo y pudo hablar su idioma, por eso ahora él esta en cada hoja que se deja llevar por ella, que es tan incontenible, el viento.
Cuando la pudo visualizar aquella noche, fue un segundo, con eso bastó para perderse por años. En el momento que se hundió en la profundidad de sus ojos negros, sin fondo con miles de estrellas, esos ojos que sentís ver el universo dentro de ellos, que podés descubrir galaxias en esas dos ventanas hacia lo infinito. Es increíble todo lo que transmiten sus ojos, pensaba, son definitivamente la boca del alma.
Después de un tiempo reconoció en ella una personalidad como una montaña rusa del mejor parque de diversiones, no encontraba en este ser algo que no fuera intrigante, todo por donde caminaba y hablaba era signo de atracción para él. Hay pocas personas tan libres en el mundo y al mismo tiempo que no sean egoístas, es un don que es difícil de manejar.
Esa destreza de ella le causaba un temor terrible, porque en su libertad se encontraba el escaparse cada tanto a ver que gusto tenían otros besos, solamente para volver a quedarse con los de él.
Ella era constante misterio, constante silencio. Aprendió que no se comunicaba como la mayoría de la gente sino que su comunicación era a través de otro lenguaje que luego entendió. No era en palabras, ni siquiera en gestos normales, eran movimientos lingüísticos del alma que hablaba por ella sola, era pura alma puro sentimiento, escondido detrás de la coraza del cuerpo humano normal.
En el comienzo pensó que era un ser cerrado, frío, poco sentimental. Hasta que se encontró con que el cerrado era él, que no entendía su lengua. Ese idioma que inventó ella, lo supo descubrir a prueba y error, atando y desatando, construyendo y destruyendo.
Le costó llegar, pero una vez que habló su mismo idioma se pudieron entender, y así, ella hizo de cada noche un infierno y de cada día un paraíso. Cuando lograron entenderse, y dominaron el lenguaje del alma, fue que pudo reír, una risa que nadie había despertado en él y como no hacerlo si era puro amor.
No necesitaban las palabras de siempre, simplemente impuestas arbitrariamente por la sociedad, no necesitaban "te amo"; "novios" ni ningún estructura ya creada. A él le costó entenderlo pero una vez que fue así, sintió una liberación incalculable. Las palabras creadas para estructurar encierran, las formas de nombrar las cosas y sentimientos son como el cuerpo para el alma, una botella que contiene el liquido para que no se desparrame, es un simple contenedor que no deja que se expanda hasta donde uno pueda imaginar.
Las palabras, eran el cuerpo para ella, eran su cárcel.
Él pudo ser libre gracias a ella, libero su alma de su cuerpo y pudo hablar su idioma, por eso ahora él esta en cada hoja que se deja llevar por ella, que es tan incontenible, el viento.
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