viernes, 17 de enero de 2014

Túnel

Se paró en el mismo lugar de siempre, nunca supo donde estaba porque no había estado en otro lugar.
El túnel, ese que lo guiaba siempre en la misma dirección de oscuridad. Todo fue oscuro siempre no se conocía sus manos, ni sus pies, no conocía su cara.
Se había olvidado ya de tanto haber estado en la negrura, en la ausencia de luz total.
Hasta que un haz de luz se le escapó a la oscuridad que ya comenzaba a dejarlo, y un haz de luminosidad basto para recuperar la memoria de lo que era. La luz lo miro con esos ojos grandes y lo sedujo, le contó historias de como era mirar y estar en la luz pero nuevamente la ella jugó a esconderse y quedó en la penumbra total,  no pudo ver su cuerpo, sus ojos no se podían acostumbrar a la falta de luz total.
¿Qué podía hacer? la oscuridad lo dejaba y la luz se le escondía ¿qué queda entre la luz y la oscuridad? Entre estos dos sólo está él.
Ir por ese camino que uno tiene que hacer que algunos llaman destino, otros cosas que hay que vivir para llegar a nuestro lugar.
Algunos dicen que hay que pasar por cada una de esas cosas para poder llegar al lugar perfecto e ideal.
Él ya no quería caminar más para ningún lado, no quería chocar más con ninguna pared, no buscaba ninguna respuesta. Las había buscado toda su vida y tan sólo había llegado a la oscuridad de este túnel de una dirección sola.
¿Para dónde ir cuando solamente te quedan dos lados para moverte, volver o avanzar? ¿Quién dijo que hay que avanzar para crecer? el avanzar solo había hecho que él se metiera en la sombra más oscura del camino y ahora ya no podía volver.
Se sentó donde estaba, intentó mirar en la falta de luz total o en la oscuridad completa y no lo pudo hacer. Sentado cual niño empacado, enojado con la vida se quedó y decidió que ya no le iba a importar moverse. Se encontró con sus miserias y virtudes, se encontró sin sentido con él mismo, se encontró como uno más y solo.
Ahora lo pueden encontrar ahí, está esperando porque se cansó de hacer, procuren no tropezar con él y aquel que quiera acompañelo a encontrar el camino de vuelta que en la soledad se rindió, no vaya a ser que en algún momento él sea quien te saque de la oscuridad que da el perderse en este destino.

viernes, 3 de enero de 2014

Ceguera

De repente estoy en una casa con algunos amigos, algo habia en la bebida que me deja ciego o en una especie de droguismo. Mi visión se parte en dos, no puedo encontrar la lógica de esta problemática. Grito y nadie me escucha, quiero correr, quiero ver a donde  voy. Me siento encerrado y no puedo encontrar el picaporte. Quiero salir de esta situación.
Escucho las voces de mis amigos y risas, pero nadie escucha mi llanto silencioso. Me pregunto si estoy llorando o riendo.
Quiero romper algo, la impotencia de no poder resolver esto. 
De repente mis ojos la vislumbran y quiero llegar a ella, encontrar la paz. 
Me desespera no poder alcanzarla, quiero abrazarla para sentir la tranquilidad que solo ella puede darme. 
No me dejan la distancia y el tiempo conseguir mi objetivo. 
Y así pasa, el mundo de gente entre ella y yo, y el destino que se rige por otros motivos. 
Tal vez sea el momento de empezar a ver sin los ojos.