Puede hacernos confundir, caer o puede hacernos acertar, volar, volar como nadie nos hizo volar jamás, como decía al principio hacer que el aire sea tan liviano que podamos flotar ¿Y todo por qué? Por el simple hecho de haber ido a un lugar, no era necesario ir a ese lugar ¿Qué fue lo que nos hizo ir? ¿El destino? Me gusta la idea que fuimos nosotros, el camino lo vamos eligiendo, nadie nos dice que esto va a pasar, que hay que ir a todos lados para buscar a la persona que nos marque para el resto de la vida. Porque esa persona no se busca llega… con el mismo sentido todas las personas te marcan en mayor o menor medida. Algunas te tocaran y se irán, otras llegaran para quedarse en lo mas profundo de tu corazón, algunas llegaran intermitentes. Lo importante es que todas te harán tomar decisiones distintas, todas modificaran de alguna forma tu camino, todas te harán formarlo y si alguno no hubiera estado todo seria totalmente distinto.
Todas las personas nos enseñaran algo, todas, si sabemos encontrar la enseñanza, algunas nos harán construir un fuerte, una pared para evitar que otra nos dañe, y esta es capaz alguna de las actitudes más cerradas del humano, cuando uno te traiciona, te lastima o elige otro camino, hace que la próxima persona tenga que atravesar una pared, en algunos casos será una medianera y en otros un fuerte, ancho y alto muro que será difícil de escalar. ¿Por qué hacemos pagar a uno por otro? ¿Por qué no le damos la misma oportunidad? Nos ponemos a pensar esta persona nos puede sorprender, nos puede alegrar, me gustaría que las personas no se cierren, se animen a darse, porque una persona nos puede hacer sufrir y otra nos puede hacer sonreír. Si dejáramos entrar a todas las personas que se nos acercan, ojo por acercar no digo entregarnos a todo el mundo, digo animarnos cuando conocemos a alguien que no sabemos pero tal vez nos cambie la vida.