domingo, 30 de mayo de 2010

La espontaneidad marca la vida

El aire pesa, una y otra vez lo vamos a sentir en la vida ¿Qué es realmente lo que pesa? ¿Nuestras decisiones? ¿Nuestras acciones? ¿Alguna vez pensamos en lo que vale una decisión? Desde la mas mínima de las decisiones pesa, todo a la larga pesa en el momento que el destino nos juegue con su balanza ¿Es esto lo que hace que el aire pese? Cuando tenemos conciencia de que la decisión que vamos a tomar es importante, nos ponemos nerviosos la pensamos, la estudiamos, vemos las variables, las distintas cosas que pueden pasar. Pero no nos ponemos a pensar que realmente la más mínima decisión cambia nuestras vidas. ¿Cómo puede ser esto? El ir o no a un lugar puede hacer que conozcamos o no a una persona. Nos ponemos a pensar todo lo que nos puede dar una persona, lo que puede marcar nuestras vidas y da miedo pensar todo lo que nos perdimos tal vez. Esa persona puede enseñarnos, puede marcarnos por el resto de la vida, puede hacer que el aire sea más liviano o más pesado.
Puede hacernos confundir, caer o puede hacernos acertar, volar, volar como nadie nos hizo volar jamás, como decía al principio hacer que el aire sea tan liviano que podamos flotar ¿Y todo por qué? Por el simple hecho de haber ido a un lugar, no era necesario ir a ese lugar ¿Qué fue lo que nos hizo ir? ¿El destino? Me gusta la idea que fuimos nosotros, el camino lo vamos eligiendo, nadie nos dice que esto va a pasar, que hay que ir a todos lados para buscar a la persona que nos marque para el resto de la vida. Porque esa persona no se busca llega… con el mismo sentido todas las personas te marcan en mayor o menor medida. Algunas te tocaran y se irán, otras llegaran para quedarse en lo mas profundo de tu corazón, algunas llegaran intermitentes. Lo importante es que todas te harán tomar decisiones distintas, todas modificaran de alguna forma tu camino, todas te harán formarlo y si alguno no hubiera estado todo seria totalmente distinto.
Todas las personas nos enseñaran algo, todas, si sabemos encontrar la enseñanza, algunas nos harán construir un fuerte, una pared para evitar que otra nos dañe, y esta es capaz alguna de las actitudes más cerradas del humano, cuando uno te traiciona, te lastima o elige otro camino, hace que la próxima persona tenga que atravesar una pared, en algunos casos será una medianera y en otros un fuerte, ancho y alto muro que será difícil de escalar. ¿Por qué hacemos pagar a uno por otro? ¿Por qué no le damos la misma oportunidad? Nos ponemos a pensar esta persona nos puede sorprender, nos puede alegrar, me gustaría que las personas no se cierren, se animen a darse, porque una persona nos puede hacer sufrir y otra nos puede hacer sonreír. Si dejáramos entrar a todas las personas que se nos acercan, ojo por acercar no digo entregarnos a todo el mundo, digo animarnos cuando conocemos a alguien que no sabemos pero tal vez nos cambie la vida.

Levantarse y seguir

¿Seguir? ¿Cómo seguir? Si, es lo difícil de sentir amor por alguien, cuando sentís que te das la cabeza contra la pared, levantarte y tener ganas de ver la pared de vuelta para descubrir que había una puerta al costado, esa puerta no es para seguir con este amor, sino para afrontarlo ponerle el corazón, y pasarlo.
¿Y qué será lo que te hace jugártela de vuelta? Esto es lo grandioso de las personas, algunos dirían cometer el error dos veces, esas personas viven en el miedo, en la imposibilidad de vivir.
El volver a jugártela no es caer dos veces en el mismo error, no es confundirte, es entender que esta vida esta llena de golpes, caídas, levantadas, porque así le damos razón a la vida, le damos un motivo para sentir esa adrenalina que nos da cuando te la jugás, el sentimiento es grandioso, ese momento que los nervios están al máximo, las palabras salen solas, de esas palabras que practicaste durante horas salen la mitad y tenes suerte si es con algo de coherencia, ese sentimiento es increíble, no porque la respuesta sea positiva o negativa, sino porque es increíble que un suceso nos importe tanto y provoque esas reacciones en nosotros.
El que se la juega piensa que hay dos oportunidades y que no importa cual sea el resultado uno hizo lo que pudo y lo vivió de una manera superlativa.
El que se la juega vive cada momento como si fuera el ultimo, cada momento es importante, cada momento lo llena y le enseña, el que se la juega no pierde nunca, gana siempre, aprende, adquiere experiencias, les demuestra a las personas que viven en el miedo que no se puede ser feliz si no te la jugás, podrás estar bien pero ¿si estar bien no es suficiente? ¿Si uno necesita estar perfecto? Ahí es donde tenemos que ser valientes, y decir lo que queremos, lo que nos apasiona y luchar por esto. ¿Se imaginan como seria el mundo si nadie fuera valiente para decir lo que siente? Todos viviendo en silencio, en soledad, sin poder disfrutar al 100% de la vida, sin sacarle el mayor fruto, sin poder dar oportunidades a la vida para demostrarnos que es hermosa.
Pero insisto ¿Son estas ganas de estar perfectos lo que nos mueve a jugárnosla? Tan egoísta es lo que nos provoca el movimiento ¿Sólo el estar perfectos? ¿Sólo el sacarle todo el jugo a la vida? ¿La otra persona no interviene en esto? Para mi si, la otra persona es la principal influyente en que confíes en ella, en que vuelvas a poner el corazón en manos de alguien, la otra persona te da la capacidad de querer de vuelta, te emociona, te ilusiona, te dan ganas de vivir y soñar con el futuro.
Y ahí es donde entramos en juego nosotros respondiendo a esa chance que nos vuelve a dar la vida, demostrando que queremos soñar con el ser felices.
Y si fuéramos a caer de vuelta volveríamos a levantarnos para volver a confundirnos hasta que encontremos la felicidad, porque vivir en la estupidez del miedo, seria absurdo. Esos momentos de felicidad momentánea que tenemos antes de caer nos enseñan y nos alegran de por vida.

jueves, 27 de mayo de 2010

Lo infaltable

 
-->
¿Qué pasa cuando el amor muere? ¿Cuándo este amor llega a un final? ¿Cómo hacer para seguir adelante? Es impresionante la capacidad humana de sentir cosas tan fuertes por una persona cosas que uno tendría que estar orgulloso de haberla sentido, como de repente uno quiere esconderlo y quiere hacer como que eso que sintió tan grande, no era tan grande. ¿Qué hacer con algo que no estaba en los planes? El plan era este la conociste a esa persona, la amaste y sentías adentro tuyo que era para siempre. Bueno ese plan se destruyo, se desgasto y uno se levanta un día en la cama sintiéndose más solo que nunca ¿Qué es lo distinto si uno siempre se levantaba solo? La diferencia de no tener alguien a quien querer, la diferencia de que esa persona tan grande ya no esta, la diferencia de que ese te amo no lo escuchas más, que ese abrazo no lo vas a sentir más.
Y acá esta la reflexión más grande a la cual no me dirigí todavía, en este momento es donde están esos que nunca se fueron, en este punto es donde te despertas no con una persona, sino con varias, estas personas son lo que a mi me gusta decirle la familia elegida son los que, en este momento de soledad donde todo pesa, todo duele, estos momentos donde no podes ni hacerte una tostada que te hace acordar a la otra persona, en estos momentos aparecen los amigos, estas personas que te hacen acordar que la tostada también la hacías con ellos, los que intentan que esos recuerdos sean solo recuerdos y no astillas para el alma, los que hacen que en vez de esos recuerdos ser lastimaduras en tu corazón sean caricias, porque te hacen reír, llenándote el corazón de amor, los pulmones de aire necesario para seguir adelante, a tus piernas de pasos nuevos para caminar. Son los que te demuestran que si este amor no triunfo ya va a haber otros, y que así no encuentres este amor nunca en tu vida, ellos siempre van a estar ahí respaldando, para que cada vez que te despiertes con esta soledad como si la cama no fuera de una plaza sino de mil, te acuerdes que en esa cama de mil plazas tenés por lo menos un amigo que te ocupa cada espacio, para que te levantes y sigas. 

miércoles, 26 de mayo de 2010

El peso del Aire 2

¿Nos acostumbramos o llega ese momento que todos esperamos? Ese momento, espero que algunos sepan de qué estoy hablando, ese instante que podes perder todo con tal de hacer feliz a alguien, ese momento en que todo cambia para uno, que uno deja de ser el centro, en que se deja de pensar en uno mismo. Es esa fracción de segundo lo que te hace empezar a respirar, que funciona como un árbol para nuestros pulmones, transformando ese ahogo en oxigeno puro; aire puro que nos hace acelerar la respiración, que nos hace tambalear las palabras, que nos hace sudar las manos. Es ese momento donde nos damos cuenta que todo lo que pensamos que sabíamos sobre la vida no es nada, que descubrís cosas nuevas, que te descubrís, tal vez finalmente, y ese segundo para mí, en mi corta vida, es enamorarse. Más que enamorarse es amar. Pero este amar es distinto a cualquier otra cosa parecida, esto sucede cuando alguien que es totalmente extraño a tu vida empieza a meterse tanto en esta que termina por importar solo su felicidad aun costeando la tuya. Porque hoy gracias a estas cosas puedo decir que si las personas que amo son felices yo soy feliz, porque es hoy que digo que por las personas que amo doy mi vida y les perdono cualquier cosa, y eso tal vez, es ¿crecer o es confiar demasiado? Es fácil hablar así cuando todo va bien, lo difícil es hablar así cuando te traicionan, cuando lo único que intentaste dar fue el fuego de tu amor y este fue recompensado con cenizas, cenizas que tal vez ardieron en algún momento pero que ya no y por eso fueron sofocadas por el engaño y la maldad. Y si en este momento pudiste seguir adelante sin tomar ninguna reacción de maldad hacia el otro, entonces llegaste a ser algo que hoy en día se subestima pero para mí es lo mas importante para no morir de la peor forma (solitario), lograste llenar de oxigeno otros pulmones porque si podes hacer eso sos una persona bondadosa, que sigue adelante ante cualquier adversidad. Como alguien dijo alguna vez “yo creo en el caminante, que lucha con viento en contra y aun así va para adelante”. Esto es una de las mejores cosas ir para adelante ante cualquier adversidad y ¿qué es mejor que esto? Enseñarlo, que esa persona que se te acerca y pide ayuda vea que le estas ofreciendo todo por ayudarlo. Y si esto que estoy diciendo es una utopía, entonces hay que luchar por esa utopía porque así no se si nuestros bolsillos estarán llenos pero triunfaremos en la vida cotidiana.

El peso del Aire

-->
¿No se sienten algunas veces como si el aire pesara?
¿Cómo si cada respiro diera más peso al cuerpo?
Deseando que uno de esos respiros, sea de un aire distinto, que todo cambie, que de repente el aire no pese más, y tan solo sea... aire puro.
La sensación de que todo lo malo termina y todo comienza a mejorar, todo empieza a alivianarse y llenarse de un perfume mejor.
Los pensamientos, la cabeza se aclaran y tanto se aclara que se siente como si se fuera... Feliz
¿Y cómo es cuando la sensación es al revés?
Cuando uno siente esa sensación de felicidad y de repente cada respiro pesa mas, cada claridad se enturbia, y cada respiro solo aumenta el peso.
La desesperación comienza a correr por las venas tratando de buscar una escapatoria, algo que te haga creer que esa felicidad puede volver. Y lo único que podes hacer es... sonreír pretendiendo que adentro todo esta tan claro como siempre.
Preguntándote si esto que se siente, es crecer, comenzar a darte cuenta de cosas.
Cuando somos chicos lo único que hacemos es pensar en jugar, divertirnos ¿Por qué es tan difícil conseguir ese sentimiento al crecer? ¿Por qué tan sólo te encuentras un día con que todo lo que pensaste que era… no es? ¿Qué es lo que nos quita la capacidad de divertirnos, de ser felices? ¿Qué es lo que nos hace mentir? Pero no esa mentira piadosa y juguetona que cuando se confiesa nos hace reír, sino esa mentira que lastima, que es “salvadora” para algunos ¿Qué es lo que nos prohíbe admitir que nos equivocamos?
Porque es difícil encontrar la diferencia entre el bien y el mal. Cuando crecemos esa línea se vuelve tan fina que parece no existir, y cuando se supone que nuestra bondad debe llegar a un alto nivel, porque maduramos, porque desarrollamos esa cosa que se llama conciencia, porque ya sabes que cosas le hacen mal al otro, en realidad pasamos de un lado al otro sin una sola consideración, pensando que justamente como somos grandes podemos hacer esto. ¿Por qué es tan fácil, equivocarse y que todo lo bueno quede atrás en el olvido, mientras que lo malo prevalece? La cosa mas sencilla del mundo es hacer mal a los demás pero ¿es tan difícil hacer bien?
¿Ese será el aire que va pesando más? ¿El aire de crecer? ¿Eso que llaman… madurar?
Y si es eso ¿alguna vez podemos dejar de ser así? O ¿simplemente nos acostumbramos?