sábado, 4 de diciembre de 2010

Felicidad


El otro día iba caminando por la calle y vi a una señora que se reía mirando hacía un punto, entonces di vuelta la cara, mire que la señora estaba teniendo un contacto visual con otra persona.
Después de ver este cuadro me di cuenta que las personas no pueden ser felices eligiendo la soledad. Siempre para sonreír y ser felices se necesita de otra persona, de otro al cual puedan mirar, hablar, interactuar. Si estamos juntos es la única formula para poder ser feliz, estando juntos es la única ecuación para poder sonreír.
Por el contrario si se puede estar triste solo, si se puede sentir mal estando en soledad.
El mismo acto de escribir esto, este acto el cual al principio era un método individual de descarga, con el tiempo quería que alguien más lo lea, que me diga que piensa, que me diga que opina y al enterarme que a alguien le gusto fui feliz.
Uno tiene adentro las necesidades de compartir, es como si se tuviera adentro una bola de fuego que quema, que arde por salir. Uno no puede contener las cosas para uno solo, porque esa energía contenida es mala, es siempre negativa.
Recien cuando alguien logra descargar esta energía de contar algo, de largar algo, para bien o para mal, recién en ese momento, uno se siente aliviado.
Que extraño es esto, que raro es que pase algo que es universal, todos queremos a otra persona a nuestro lado, a otro ser. Nadie quiere la soledad. Un hombre llamado Víctor Hugo alguna vez dijo “El infierno esta todo en esta palabra: soledad”
Que importante es la compañía de las personas, de algún ser con el cual interactuar. Tan importante es que hasta la mente de los niños cuando se sienten solos inventan un personaje, un ser imaginario, un “amigo” imaginario con el cual divertirse e interactuar.
El hombre no está preparado espiritualmente para vivir en soledad, nadie, Ni el más malo de los malos, ni el más loco de los locos, sería capaz de vivir en un mundo en soledad. Nadie podría sonreír, ni ser feliz, o sea NADIE PODRIA VIVIR SIN OTRO.

martes, 17 de agosto de 2010

Sentir sentimientos

Con la fuerza que haría arrancar árboles, con la energía que hace que tu corazón se acelere al punto de sentir que tu cuerpo tiembla, con la voz que te hace gritar.
¿Qué es este sentimiento? ¿Este movimiento en mi pecho? Es como si mi cuerpo se revolucionara, se calentara mi sangre.
¿Qué es este obstáculo que tengo en el pecho que me hace querer gritar y callarme a la vez?
Estas ganas de formar un huracán o un remolino en el mar ¿Será este sentimiento, esta energía acumulada la causa de tal fuerza de la naturaleza?
Bronca, impotencia, dolor, desesperación, enojo, sentimientos que causan tal combustión en el pecho, en nuestro cuerpo.
Creamos un fuego adentro que arde con tal fuerza que podría provocar una combustión interna, pero la pregunta es ¿Cuál es la causa de tal movimiento?
Los sentimientos “malos” provocan una dinámica interna que pocas veces se exterioriza, en cambio, con los “buenos” sentimientos la dinámica es externa solamente con una paz interna. Esta sería mi primera división, categorización de sentimientos.
Distinto es la euforia o adrenalina que puede ser causada por unos u otros.
¿Cómo conseguir la descarga de sentimientos que producen energía?
Esa descarga de energía ¿Cómo hacer que termine con esta molestia? ¿Cómo hacer que la energía incontrolable de mi cuerpo se calme? ¿Cómo hacer para que se termine de una vez el peso de mi cabeza?
Respiramos para sacar de nuestro cuerpo impurezas como el dióxido de carbono sería tan fácil que nuestro cuerpo consiga descargar así estos sentimientos.
Lamentablemente no estamos hechos para consumir esta energía. Pero existen descargas indirectas como escribir, hacer algún deporte, escuchar música o hacerla pero ¿Esta es una verdadera solución? Cuando se termina la descarga efímera, la energía sigue, entonces uno busca volver a esta descarga momentánea, tan esporádica, espontánea y corta. Buscamos como una droga saciar nuestro cuerpo con estas descargas que podríamos llamar sanas pero no útiles. La descarga se mete en nuestras cabezas provocando inconsciencia e insensibilidad de lo que sigue estando ahí.
¿Cómo hacer para descargar efectivamente esta fuerza?
Dios, si me pudieras dar una respuesta de cómo actuar.
Pareciera que voy a explotar, solo espero volver a armarme después de la explosión aún mas fuerte que antes. Gritar, cantar, pegarle a cosas, descargas banales de un sentimiento tan fuerte, tan grande, tan difícil de combatir.
Feliz del que pueda encontrar el rompimiento de este hechizo, de este embrujo. Feliz del Merlín que acabe con el maleficio. Feliz de aquel que pueda explotar la energía interior sin explotar uno, sin lastimar a los demás. Feliz del que encuentre la solución al enigma del no amor de los otros…

jueves, 15 de julio de 2010

Creer

Me pongo a pensar en las cosas que creo, creo en la libertad, creo en la felicidad, creo en el amor, creo que se puede ser feliz con la humildad de este sentimiento. Creo en Dios, creo en su enseñanza, creo en la ciencia, creo en el poder de la información.
Pero ¿Quién me dice que en lo que creo está bien? ¿Quién me dice que esto es verdad? Nadie en realidad… Buscamos la verdad como algo necesario para nuestras vidas, inconciente o concientemente la buscamos. Es más la sociedad trata de buscar la verdad. Desde ir al colegio hasta las relaciones entre amigos queremos tener la razón y la verdad de nuestro lado.
La sociedad nos enseña que buscando la verdad vamos a superarnos los unos a los otros. Tenés que ir al colegio (una forma de buscar “verdad”) para poder educarte y conseguir un trabajo, entonces si sabemos más que otro vamos a poder conseguir un trabajo que el resto quiere pero no puede tenerlo. Si somos los que más sabemos de algo vamos a ser únicos y apreciados, si somos los que tenemos la información y la verdad en nuestras cabezas somos más que los demás, o esto es lo que la sociedad nos dice inconscientemente. Aclaro en nuestras cabezas, porque en esto también juega la mentira o como manipulamos la verdad para que nos convenga.
Pero me pongo a pensar ¿si todo en lo que creo no fuera verdad? ¿Cómo seria ese sentimiento? Si la libertad en realidad no existe siempre estamos atados a algo, si el amor fuera la mentira más grande del planeta y es usada por algunos para aprovecharse de nosotros, si esa humildad de la que hablo no alcanzara para ser feliz, si al morir Dios no estuviese ahí y su enseñanza fuera un engaño, si la ciencia se equivocase como paso en tantas ocasiones en el pasado, si esa información con la que contaba no fuera verdad ¿Qué pasaría?
Que vacío se sentiría uno al comprender que todo era mentira, sentirse traicionado, sentirse herido. Juega un rol tan importante nuestras creencias en nuestra vida y como las afrontemos, como las llevemos…
Friedrich Nietzsche decía que “Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”. El que cree llega a lo más incisivo, le da una respuesta a las cosas pero con Fe y esperanza, el que cree puede no temerle a muchas cosas porque encuentra el consuelo en su creencia, el que cree esta armado con sus conocimientos para salir adelante.
¿Hay que vivir buscando la verdad? Esta búsqueda nos puede llenar de peligros, de descubrimientos que no queremos tener.
¿Vale mas vivir en la ignorancia feliz o descubrir una dolorosa verdad?
Descubrir que te defrauden o te defraudaron puede hacerte doler hasta partes del cuerpo que no sabíamos que teníamos, pero ¿Qué es mejor? Nunca haberlo descubierto para vivir una mentira que no te hace mal.
Esto es lo que nos hace fuertes, lo que nos hace valientes, vivir buscando una verdad para poder afrontar las cosas con experiencia, si uno vive una película será difícil que la película tenga un final feliz, en cambio, buscando la verdad uno vive con pasión la mejor película de todas, que es nuestra vida.
Me gusta la idea de vivir con pasión luchando por lo que creemos, no con violencia sino defendiendo nuestros ideales, nuestros valores, nuestra persona.
Vuelvo a pensar en las cosas que creo, la libertad, el amor, en Dios, en su enseñanza, en la ciencia, creo en el poder de la información, prefiero vivir con los valores de mis creencias y luchar (por luchar hablo de defender) por lo que en mi creencia es un mundo mejor, que morir en la mentira de haber pensado que ame, que morir en la mentira de haber pensado que alguna vez viví… Creo en mí porque quiero cumplir mis sueños, si uno lucha por sus sueños, cree en ellos, los sueños se cumplirán si se cree con el corazón…

miércoles, 9 de junio de 2010

Enseñamos a teñir

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Vivimos en un mundo donde enseñamos a complicarnos, enseñamos a desear cosas que no tenemos, enseñamos complejizar las cosas, cuando no podemos entender que la vida es simple y la armamos nosotros.
¿Qué puede conmovernos más, hacernos poner la piel de gallina, hacernos reír y llorar, Qué puede conseguir todo esto más que la música?
¿Qué puede divertirte más que reírte con otra persona?
Pero nosotros insistimos en tener cosas materiales innecesarias. Hasta a los mismos chicos pequeños queremos complicar, o ¿Nadie se dio cuenta que un chico juega hasta con un pedazo de cartón? Pero nosotros insistimos en comprar juguetes costosos, armados, como si eso los hiciera felices, enseñándoles que lo material es importante.
Es más le enseñamos que tienen que superarse uno al otro, que tienen que tratar de ser uno más que el otro. Que el que más plata gane y el que más se cague en los demás va a llegar más lejos, va a ser mejor.
Es triste imaginar que enseñamos tan pocos valores a los jóvenes, todo esto pensando que ellos son el futuro. Pero insistimos en que la sociedad meta ideas egoístas en la cabeza de los chicos, en el alma de los chicos. Es como si quisiéramos pintar de negro una hoja en donde están escritas palabras en gris. Digo esto porque no tengo dudas de que a estos jóvenes le llegaran enseñanzas de solidaridad, fe, entrega, entre otras, pero estas se ven teñidas de negro cuando en el paso a la práctica hacemos que esa inversamente proporcional línea del bien y del mal con respecto a la edad sea cada vez más chica. Cuando atropellamos los sueños, cuando callamos voces, cuando hacemos sentir a los otros que por tener menos años te da menos capacidad para hablar. Ahí estamos ennegreciendo las hojas de estos chicos que tienen la energía y la capacidad de cambiar el mundo. Es una lastima que busquemos transportar a los inocentes las culpas del pasado, es una lastima cuando ya grabamos su futuro con desesperanza, es una lastima cuando hacemos que en su espalda haya un peso tan pesado que cueste moverse. Hacemos que se asusten, hacemos que no quieran crecer, hacemos que su confianza se pierda y los hacemos llegar a niveles de subestimación nunca antes vistos.
Nosotros somos la causa de la bulimia, anorexia, vigorexia, el egoísmo, la falta del compromiso social, nosotros somos los que aumentamos el peso las maquinas de ejercicio de nuestro futuro, somos nosotros y solo nosotros los culpables de que los jóvenes pierdan la esperanza en el cambio y un mundo mejor.
Pero siempre hay algunos distintos que se animan a dar la nota, a ir en  contra de lo que les dicen que se tiene que hacer, esos algunos son la luz que le queda a tanta oscuridad, son el papel plastificado que no se dejan ser teñidos de negro. Estos jóvenes pueden ser más de algunos si podemos cambiar lo que enseñamos, estos jóvenes pueden ser todos si hacemos el click que es necesario en la sociedad para enseñar con el ejemplo y no solo hablar, Estos jóvenes pueden ser la esperanza pero también deben tener alguna ayuda nuestra para redimir nuestros jirones.

lunes, 7 de junio de 2010

El miedo a lo fácil

El amor, el amor es algo tan abstracto que se presenta de tantas formas distintas, cada persona tiene esa forma tan particular de demostrarlo que me hace pensar que no tiene limite alguno. Esta es la idea dar un oxigeno espiritual por decirlo de alguna forma, no dejar a los otros sentir ese ahogo y darles de sentir ese aire esa felicidad que te hace decir “soy feliz, por momentos se va la alegría por cosas malas de la vida pero en general soy feliz” y que uno mismo sea la causa de esa respuesta es uno de los mejores sentimientos que puedan existir.
Y ese sentimiento, el otro amar, el que algunos dicen el de verdad, el que te hace de verdad no saber que decir, porque uno de los razonamientos que pude sacar a lo largo de la vida es que es tan fácil decir te odio y tan difícil decir te amo cuando claramente tendría que ser al revés, tener vergüenza de decir odio, de odiar a alguien, de sentir eso por una persona, y ser tan fácil decir te amo, tan orgulloso de sentirlo, pero siempre esta el miedo a que ese sentimiento se termine porque el otro no supo valorarlo. Pero a eso voy, que lindo cuando llega ese tipo de oxigeno, que hermoso que es ver por primera vez a lo que va a ser el amor de tu vida, y que lindo que debe ser alegrarse de verla cada vez. Ese sentimiento que cualquiera puede sentir, que no todos quieren porque significa la total dependencia de alguien, significa entregarse, significa confiar sin miedos, significa decir “hey sos lo mas importante que pude conocer y no quiero que me faltes porque una parte de mi se va a morir con tu partida” significa que esa persona te tocó, pero no físicamente, sino que te tocó el alma y llegó hasta tal punto donde cada acto que esta persona puede hacer significa más felicidad para vos. Y ese sentimiento si que no lo cambio por nada en mi vida, y vale totalmente si así tocara sufrir por este amor porque la felicidad que te proporcionó y la lección de vida que te dio es mucho más valiosa que nunca haber estado con esa persona. Si de verdad llego a ese punto que estoy diciendo entonces esta persona cambio tu vida para siempre y quedara por siempre en algún rincón de tus recuerdos, en algún ángulo de tu corazón por más que lo niegues.

miércoles, 2 de junio de 2010

El siglo del minuto

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Pienso cosas que me van ocurriendo, que consigo ver, tratando de alejarme de mi vida viéndola de afuera.
Muchas veces pensamos que nuestra propia vida no tiene acción, es tediosa, aburrida, sin sentido, encerrada en la rutina.
Si supiéramos que la rutina podemos cambiarla con cada paso, ¿la vida tomaría otro color o no? Es interesante pensar que en el camino al colegio, al trabajo, a la facultad, a cualquier lugar que entre en los parámetros de la rutina, si un día vamos por un lugar y otro día por otro cambia la vida para siempre, tal vez nos encontramos con alguien tal vez no, tal vez en el otro camino nos robaban, teníamos algún accidente y salvamos nuestra vida solamente por ser espontáneos, por no entrar en la rutina, por no ver la vida como una rutina, cada acción interfiere en la vida como la conocemos, haciendo único cada minuto. ¿Si logramos pensar esto la vida ya no es tan rutinaria no? La idea no es que perseguirse pensando que hubiera pasado si tomáramos la otra decisión, sino que hoy estoy donde estoy por mí, porque yo lo elegí, porque si la vida es rutinaria es porque nosotros queremos que así sea, porque si logramos algo es porque nosotros lo conseguimos, y si perdemos algo también es nuestra culpa. Otra idea que sale de esto es no arrepentirse de nada, la vida sigue y si hubiéramos elegido otra cosa no aprenderíamos la lección del error.
Eso es lo mejor de ser adolescente, ser impulsivo y todo es importante, todo lo que después en el mundo adulto no importa nosotros lo vemos como un factor clave en la vida. Lo que tenemos que creer nosotros es que debemos agradecer el error de pequeños, agradecer que aprendiéramos la lección a poca edad para tener muchos años para vivir, para enseñarla.

domingo, 30 de mayo de 2010

La espontaneidad marca la vida

El aire pesa, una y otra vez lo vamos a sentir en la vida ¿Qué es realmente lo que pesa? ¿Nuestras decisiones? ¿Nuestras acciones? ¿Alguna vez pensamos en lo que vale una decisión? Desde la mas mínima de las decisiones pesa, todo a la larga pesa en el momento que el destino nos juegue con su balanza ¿Es esto lo que hace que el aire pese? Cuando tenemos conciencia de que la decisión que vamos a tomar es importante, nos ponemos nerviosos la pensamos, la estudiamos, vemos las variables, las distintas cosas que pueden pasar. Pero no nos ponemos a pensar que realmente la más mínima decisión cambia nuestras vidas. ¿Cómo puede ser esto? El ir o no a un lugar puede hacer que conozcamos o no a una persona. Nos ponemos a pensar todo lo que nos puede dar una persona, lo que puede marcar nuestras vidas y da miedo pensar todo lo que nos perdimos tal vez. Esa persona puede enseñarnos, puede marcarnos por el resto de la vida, puede hacer que el aire sea más liviano o más pesado.
Puede hacernos confundir, caer o puede hacernos acertar, volar, volar como nadie nos hizo volar jamás, como decía al principio hacer que el aire sea tan liviano que podamos flotar ¿Y todo por qué? Por el simple hecho de haber ido a un lugar, no era necesario ir a ese lugar ¿Qué fue lo que nos hizo ir? ¿El destino? Me gusta la idea que fuimos nosotros, el camino lo vamos eligiendo, nadie nos dice que esto va a pasar, que hay que ir a todos lados para buscar a la persona que nos marque para el resto de la vida. Porque esa persona no se busca llega… con el mismo sentido todas las personas te marcan en mayor o menor medida. Algunas te tocaran y se irán, otras llegaran para quedarse en lo mas profundo de tu corazón, algunas llegaran intermitentes. Lo importante es que todas te harán tomar decisiones distintas, todas modificaran de alguna forma tu camino, todas te harán formarlo y si alguno no hubiera estado todo seria totalmente distinto.
Todas las personas nos enseñaran algo, todas, si sabemos encontrar la enseñanza, algunas nos harán construir un fuerte, una pared para evitar que otra nos dañe, y esta es capaz alguna de las actitudes más cerradas del humano, cuando uno te traiciona, te lastima o elige otro camino, hace que la próxima persona tenga que atravesar una pared, en algunos casos será una medianera y en otros un fuerte, ancho y alto muro que será difícil de escalar. ¿Por qué hacemos pagar a uno por otro? ¿Por qué no le damos la misma oportunidad? Nos ponemos a pensar esta persona nos puede sorprender, nos puede alegrar, me gustaría que las personas no se cierren, se animen a darse, porque una persona nos puede hacer sufrir y otra nos puede hacer sonreír. Si dejáramos entrar a todas las personas que se nos acercan, ojo por acercar no digo entregarnos a todo el mundo, digo animarnos cuando conocemos a alguien que no sabemos pero tal vez nos cambie la vida.

Levantarse y seguir

¿Seguir? ¿Cómo seguir? Si, es lo difícil de sentir amor por alguien, cuando sentís que te das la cabeza contra la pared, levantarte y tener ganas de ver la pared de vuelta para descubrir que había una puerta al costado, esa puerta no es para seguir con este amor, sino para afrontarlo ponerle el corazón, y pasarlo.
¿Y qué será lo que te hace jugártela de vuelta? Esto es lo grandioso de las personas, algunos dirían cometer el error dos veces, esas personas viven en el miedo, en la imposibilidad de vivir.
El volver a jugártela no es caer dos veces en el mismo error, no es confundirte, es entender que esta vida esta llena de golpes, caídas, levantadas, porque así le damos razón a la vida, le damos un motivo para sentir esa adrenalina que nos da cuando te la jugás, el sentimiento es grandioso, ese momento que los nervios están al máximo, las palabras salen solas, de esas palabras que practicaste durante horas salen la mitad y tenes suerte si es con algo de coherencia, ese sentimiento es increíble, no porque la respuesta sea positiva o negativa, sino porque es increíble que un suceso nos importe tanto y provoque esas reacciones en nosotros.
El que se la juega piensa que hay dos oportunidades y que no importa cual sea el resultado uno hizo lo que pudo y lo vivió de una manera superlativa.
El que se la juega vive cada momento como si fuera el ultimo, cada momento es importante, cada momento lo llena y le enseña, el que se la juega no pierde nunca, gana siempre, aprende, adquiere experiencias, les demuestra a las personas que viven en el miedo que no se puede ser feliz si no te la jugás, podrás estar bien pero ¿si estar bien no es suficiente? ¿Si uno necesita estar perfecto? Ahí es donde tenemos que ser valientes, y decir lo que queremos, lo que nos apasiona y luchar por esto. ¿Se imaginan como seria el mundo si nadie fuera valiente para decir lo que siente? Todos viviendo en silencio, en soledad, sin poder disfrutar al 100% de la vida, sin sacarle el mayor fruto, sin poder dar oportunidades a la vida para demostrarnos que es hermosa.
Pero insisto ¿Son estas ganas de estar perfectos lo que nos mueve a jugárnosla? Tan egoísta es lo que nos provoca el movimiento ¿Sólo el estar perfectos? ¿Sólo el sacarle todo el jugo a la vida? ¿La otra persona no interviene en esto? Para mi si, la otra persona es la principal influyente en que confíes en ella, en que vuelvas a poner el corazón en manos de alguien, la otra persona te da la capacidad de querer de vuelta, te emociona, te ilusiona, te dan ganas de vivir y soñar con el futuro.
Y ahí es donde entramos en juego nosotros respondiendo a esa chance que nos vuelve a dar la vida, demostrando que queremos soñar con el ser felices.
Y si fuéramos a caer de vuelta volveríamos a levantarnos para volver a confundirnos hasta que encontremos la felicidad, porque vivir en la estupidez del miedo, seria absurdo. Esos momentos de felicidad momentánea que tenemos antes de caer nos enseñan y nos alegran de por vida.

jueves, 27 de mayo de 2010

Lo infaltable

 
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¿Qué pasa cuando el amor muere? ¿Cuándo este amor llega a un final? ¿Cómo hacer para seguir adelante? Es impresionante la capacidad humana de sentir cosas tan fuertes por una persona cosas que uno tendría que estar orgulloso de haberla sentido, como de repente uno quiere esconderlo y quiere hacer como que eso que sintió tan grande, no era tan grande. ¿Qué hacer con algo que no estaba en los planes? El plan era este la conociste a esa persona, la amaste y sentías adentro tuyo que era para siempre. Bueno ese plan se destruyo, se desgasto y uno se levanta un día en la cama sintiéndose más solo que nunca ¿Qué es lo distinto si uno siempre se levantaba solo? La diferencia de no tener alguien a quien querer, la diferencia de que esa persona tan grande ya no esta, la diferencia de que ese te amo no lo escuchas más, que ese abrazo no lo vas a sentir más.
Y acá esta la reflexión más grande a la cual no me dirigí todavía, en este momento es donde están esos que nunca se fueron, en este punto es donde te despertas no con una persona, sino con varias, estas personas son lo que a mi me gusta decirle la familia elegida son los que, en este momento de soledad donde todo pesa, todo duele, estos momentos donde no podes ni hacerte una tostada que te hace acordar a la otra persona, en estos momentos aparecen los amigos, estas personas que te hacen acordar que la tostada también la hacías con ellos, los que intentan que esos recuerdos sean solo recuerdos y no astillas para el alma, los que hacen que en vez de esos recuerdos ser lastimaduras en tu corazón sean caricias, porque te hacen reír, llenándote el corazón de amor, los pulmones de aire necesario para seguir adelante, a tus piernas de pasos nuevos para caminar. Son los que te demuestran que si este amor no triunfo ya va a haber otros, y que así no encuentres este amor nunca en tu vida, ellos siempre van a estar ahí respaldando, para que cada vez que te despiertes con esta soledad como si la cama no fuera de una plaza sino de mil, te acuerdes que en esa cama de mil plazas tenés por lo menos un amigo que te ocupa cada espacio, para que te levantes y sigas. 

miércoles, 26 de mayo de 2010

El peso del Aire 2

¿Nos acostumbramos o llega ese momento que todos esperamos? Ese momento, espero que algunos sepan de qué estoy hablando, ese instante que podes perder todo con tal de hacer feliz a alguien, ese momento en que todo cambia para uno, que uno deja de ser el centro, en que se deja de pensar en uno mismo. Es esa fracción de segundo lo que te hace empezar a respirar, que funciona como un árbol para nuestros pulmones, transformando ese ahogo en oxigeno puro; aire puro que nos hace acelerar la respiración, que nos hace tambalear las palabras, que nos hace sudar las manos. Es ese momento donde nos damos cuenta que todo lo que pensamos que sabíamos sobre la vida no es nada, que descubrís cosas nuevas, que te descubrís, tal vez finalmente, y ese segundo para mí, en mi corta vida, es enamorarse. Más que enamorarse es amar. Pero este amar es distinto a cualquier otra cosa parecida, esto sucede cuando alguien que es totalmente extraño a tu vida empieza a meterse tanto en esta que termina por importar solo su felicidad aun costeando la tuya. Porque hoy gracias a estas cosas puedo decir que si las personas que amo son felices yo soy feliz, porque es hoy que digo que por las personas que amo doy mi vida y les perdono cualquier cosa, y eso tal vez, es ¿crecer o es confiar demasiado? Es fácil hablar así cuando todo va bien, lo difícil es hablar así cuando te traicionan, cuando lo único que intentaste dar fue el fuego de tu amor y este fue recompensado con cenizas, cenizas que tal vez ardieron en algún momento pero que ya no y por eso fueron sofocadas por el engaño y la maldad. Y si en este momento pudiste seguir adelante sin tomar ninguna reacción de maldad hacia el otro, entonces llegaste a ser algo que hoy en día se subestima pero para mí es lo mas importante para no morir de la peor forma (solitario), lograste llenar de oxigeno otros pulmones porque si podes hacer eso sos una persona bondadosa, que sigue adelante ante cualquier adversidad. Como alguien dijo alguna vez “yo creo en el caminante, que lucha con viento en contra y aun así va para adelante”. Esto es una de las mejores cosas ir para adelante ante cualquier adversidad y ¿qué es mejor que esto? Enseñarlo, que esa persona que se te acerca y pide ayuda vea que le estas ofreciendo todo por ayudarlo. Y si esto que estoy diciendo es una utopía, entonces hay que luchar por esa utopía porque así no se si nuestros bolsillos estarán llenos pero triunfaremos en la vida cotidiana.

El peso del Aire

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¿No se sienten algunas veces como si el aire pesara?
¿Cómo si cada respiro diera más peso al cuerpo?
Deseando que uno de esos respiros, sea de un aire distinto, que todo cambie, que de repente el aire no pese más, y tan solo sea... aire puro.
La sensación de que todo lo malo termina y todo comienza a mejorar, todo empieza a alivianarse y llenarse de un perfume mejor.
Los pensamientos, la cabeza se aclaran y tanto se aclara que se siente como si se fuera... Feliz
¿Y cómo es cuando la sensación es al revés?
Cuando uno siente esa sensación de felicidad y de repente cada respiro pesa mas, cada claridad se enturbia, y cada respiro solo aumenta el peso.
La desesperación comienza a correr por las venas tratando de buscar una escapatoria, algo que te haga creer que esa felicidad puede volver. Y lo único que podes hacer es... sonreír pretendiendo que adentro todo esta tan claro como siempre.
Preguntándote si esto que se siente, es crecer, comenzar a darte cuenta de cosas.
Cuando somos chicos lo único que hacemos es pensar en jugar, divertirnos ¿Por qué es tan difícil conseguir ese sentimiento al crecer? ¿Por qué tan sólo te encuentras un día con que todo lo que pensaste que era… no es? ¿Qué es lo que nos quita la capacidad de divertirnos, de ser felices? ¿Qué es lo que nos hace mentir? Pero no esa mentira piadosa y juguetona que cuando se confiesa nos hace reír, sino esa mentira que lastima, que es “salvadora” para algunos ¿Qué es lo que nos prohíbe admitir que nos equivocamos?
Porque es difícil encontrar la diferencia entre el bien y el mal. Cuando crecemos esa línea se vuelve tan fina que parece no existir, y cuando se supone que nuestra bondad debe llegar a un alto nivel, porque maduramos, porque desarrollamos esa cosa que se llama conciencia, porque ya sabes que cosas le hacen mal al otro, en realidad pasamos de un lado al otro sin una sola consideración, pensando que justamente como somos grandes podemos hacer esto. ¿Por qué es tan fácil, equivocarse y que todo lo bueno quede atrás en el olvido, mientras que lo malo prevalece? La cosa mas sencilla del mundo es hacer mal a los demás pero ¿es tan difícil hacer bien?
¿Ese será el aire que va pesando más? ¿El aire de crecer? ¿Eso que llaman… madurar?
Y si es eso ¿alguna vez podemos dejar de ser así? O ¿simplemente nos acostumbramos?