viernes, 30 de diciembre de 2011

Volar

¿Alguna vez se pusieron a pensar como seria si volásemos? ¿Si pudiésemos alcanzar el cielo? Porque podemos nadar, con entrenamiento podemos aguantar minutos abajo del agua y jugar a ser peces o animales de agua, en la tierra podemos caminar, correr, hacer pozos, podemos construir y derribar, pero ¿a volar? ¿Con qué entrenamiento podemos volar?
Solamente con la fuerza de nuestro corazón es que podemos volar, solamente con la fuerza de nuestra imaginación es que podemos alcanzar el cielo, solamente sentimentalmente podemos flotar.
¿Cómo será ese momento en que el ave descubre que puede volar, que tiene alas para alcanzar el aire sin tocar el suelo? ¿Cómo será ese momento en el cual el ave despega de la tierra para no dejar el cielo?
Me imagino que debe ser una sensación de ser invencible, una sensación de conquistar el mundo, una grandeza no comparable con nada. A donde sea como sea podemos escapar al lugar que quisiéramos con tan solo mover las alas.
Ahora como nosotros solo podemos alcanzar el cielo con el corazón, con los sentimientos, de la misma forma nos sentimos invencibles cuando el amor está en nuestro corazón inundándonos, de la misma forma podemos sentir ese conquiste del mundo y que podemos llevarnos todo por delante.
Pero el pichón cuando comienza el aprendizaje cae, cae más de una vez, cae muchas veces y de tener esa sensación invencible, tenemos una sensación de fracaso, de desaliento, de pérdida de tiempo, de no poder volver a confiar en poder volar, que el vuelo solo será cuestión de tiempo a tocar el suelo de vuelta. Solo será cuestión de tiempo para que volvamos a caer, y por más que quisiéramos volar eternamente en algún momento volvemos a caer.
Tengo la fe que ese pichón en algún momento es ave, en algún momento descubre como volar, como tocar, el cielo sabiendo cómo y cuándo tocar el suelo.
Tengo la fe que de tanto caer cuando creía volar en algún momento sepa volar y cuando tocar el suelo.
Por ahora soy un pichón que no aprendió a volar sin romperse contra el suelo, sin saber aterrizar y me pasa por pensar que soy invencible, por pensar que puedo contra todo, por pensar que todo es posible si uno AMA pero hace falta la experiencia de cuando y como amar, no se puede controlar.
Confío que es cuestión de tiempo para extender mis alas y saber cómo aterrizar para no salir más lastimado.
Confío en que mis alas en algún momento no me van a abandonar, confío en que si me DAS ALAS, es para que VUELE hasta vos, no para volver a aterrizar mal. 

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cansado de los días grises.

¿Alguna vez se sintieron invisibles? ¿Alguna vez se sintieron transparentes para el resto del mundo?
¿Algún día sintieron que no sentían más nada, que la sonrisa no estaba pero tampoco el llanto?
¿Cuál es la causa de sentirse así? Por lo menos en mi caso es la desilusión, la sorpresa, lo inverosímil de AMAR tanto, de hacer lo que sea para la felicidad de otra persona, de la desilusión de que todo este sentimiento y estas acciones sean inútiles. Y que hoy por hoy, no hablamos más y todo este amor no tiene que ser, no tiene que existir y tengo que esconderlo hasta que no sienta más.
Pero ¿Cómo hago para no sentir más? ¿Cómo hago para borrar todo esto que siento, estos recuerdos, esa sonrisa?
La verdad que uno tiene que cansarse en algún momento de este gris que no es negro ni blanco, de este gris que es te quiero pero no tanto, de este gris que llueve y para, pero nunca, nunca sale el sol. Terminar este sentimiento que es nada, que significa nada porque no puedo hacer nada con él, porque amar tanto está mal y borrarlo es peor.
¿Cómo hacer si uno se siente invisible para el resto? ¿Cómo hacer si siento que nadie puede jugársela por mí, que no puedo hacer sentir a nadie este amor que yo llegue a sentir?
Estoy cansado de los días grises donde solo sale el sol por segundos pero en su mayoría esta nublado, donde no encuentro la sonrisa porque me la olvide en mis recuerdos, donde todo es una pantomima de que estoy bien, de que adentro ya no hay tristeza, estoy cansado de tener que soñar con un tiempo futuro en el cual estemos juntos y felices. Estoy cansado de esta utopia de pensar que sos para mí, estoy cansado de que llueva. Desde hoy elijo que salga el sol, desde hoy elijo que las nubes se vayan volando a otra parte donde tu recuerdo no llegue, hoy empieza el principio del camino a mejorar, a que se terminen los días grises y empiecen los días soleados, los días blancos, los días de sonrisas puras sin aparentar.
Hoy empieza mi verano de que comiencen a salir las cosas bien, el sol limpio y sin nubes, no me voy a rendir, no voy a caer y en este mi mundo ya no va a haber lluvias que opaquen mi sonrisa.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El camino

¿Alguien se puso a pensar lo importante que pueden ser las personas para uno?
¿Lo importante de un recuerdo, qué quede grabado para siempre? ese recuerdo que lejos de ser una fantasía es tan vivido como el momento en que sucedió.
Es extraño pensar que la gente pueda ser tan importante como para cambiar y marcar nuestra vida para siempre, que alguien pueda significar tanto merece nuestro reconocimiento, por lo menos el valor de decirle lo que vale en nuestro corazón y nuestra vida. Confiar, amar, son palabras que muchas veces no entendemos todo lo que abarca y significa.
Hace poco tiempo pude sentir lo que es el desamor, lo que es que todos tus sueños sean solo un humo de un cigarrillo que se consume, que se deja llevar por el aire y llega hasta el cielo pero desvaneciendo de a poco y no tan de a poco.
Hace poco pude sentir lo que es amar con toda tu alma a alguien, amar al punto de no importa como, no importa que pase, quieras a esa persona a tu lado, pude sentir lo que es la felicidad de amar...
pero también pude sentir lo que es la tristeza de no ser correspondido ese amor, lo que es la impotencia de no poder hacer nada para que ese amor vuelva y te arrastre otra vez hasta la felicidad, y ahí sentir la mayor de las caídas a un vacío incompleto.
HOY veo todo lo que paso, hoy veo los dos sentimientos, los comparo y son igualmente sentidos, contrarios en la misma medida.
Entonces es donde miro, me repito ¿para qué ver el vaso medio vacío, para qué creer qué amar es lo peor que te puede pasar, para qué pensar que el amor te hace sentir la basura mas grande, para qué pensar que amar es al pedo porque el otro nunca llega a sentirlo de igual medida, para qué pararme y decir NUNCA MAS? si la realidad es que el amor me hizo sentir la mayor felicidad, el amor me hizo llegar a sentir algo tan grande por alguien que hacía que solo quiera su bien, si el amor hizo que exista este huracán dentro mio que podía hacer cualquier cosa por la otra persona, que me hacía mover montañas, cielos, mares, para que la otra persona sea feliz.
¿por qué quedarme con lo malo que fue el DESamor?
Que lindo si este amor lo pudiera sentir por la vida, que lindo sería amar la vida y a los que me rodean con tanta pasión, quiero sentir este amor por todo el mundo, por toda la tierra, si lo pude sentir en una persona ¿por qué no por todas? si lo intentará yo y cada uno de nosotros seriamos felices de una forma imposible de imaginar, será utópico pero es la solución...
Quiero volver a enamorarme, quiero volver a amar, quiero sentir de vuelta ese amor por una persona especial, pero también por todas las cosas porque si llego a conseguirlo, esta bien tengo muchas chances de sufrir pero tal vez habré encontrado el camino de la verdadera felicidad y del verdadero sufrimiento.
Hay quienes viven la vida pensando en que hubiera pasado si..., y están los que la viven... Yo quiero vivirla y vivirla con este sentimiento y jugandomela aunque tenga todas las chances de sufrir y fracasar pero les digo que nunca van a hacer tan felices como cuando uno ama...

lunes, 26 de septiembre de 2011

Instantes de felicidad


Quiero darte hoy
Y regalarte
Solo instantes
De felicidad

Quiero amarte hoy
Y solo darte
Instantes
De felicidad

Cuando despierto
Y veo que no estas
Solo quiero
Soñar de nuevo

Y si volvieras a mí
Estoy seguro
Te haría tan feliz
Eso no dudo

Y si volvieras a mí
Yo te haría reír
Y si volvieras a mí
Te haría tan feliz

Ooohh
Mi amor
Es tan fuerte
Que solo quiere verte

Ooohh
Mi amor  tan grande
Instantes
De felicidad 

Solo instantes
De felicidad

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Día 2:  20/09/2011
Preguntas sin respuestas
Hoy me levante mucho peor que otros días, me faltan cosas de vos,  tus abrazos, tu sonrisa que ilumina mi día, hasta la sola idea que estés conmigo me pone feliz.
Tus besos ausentes hacen que mi vida este tan vacía, tan insípida que no tengo ganas de nada, no me puedo concentrar.
Lo único que hago es extrañarte y pensar que solo si, tan solo si volvieras mi vida volvería a respirar.
Hoy, justo hoy es el día de los novios, y me pusiste un evento que me amabas, obviamente puesto en un tiempo pasado, cuando todavía existía ese amor en algún lado de tu cuerpo. Fue un golpe terrible a mi cabeza y corazón el darme cuenta que perdí ese te amo tan lindo.
No encuentro ninguna respuesta de cómo salir, busco en mi la respuesta para seguir pero no puedo no sé cómo, no hay respuestas y muchas preguntas. Sé que en algún lado puede estar la solución. Hoy solo pienso en querer cambiar de vida, para dejar de sentirme asi, dejar de estar mal.
Mi cuerpo, mi mente, mi corazón te extrañan te anhelan y no dejan de llorarte. Pero solo en un rincón de mi soledad puedo derramar mis lágrimas. Quiero que esto termine de una vez, si no queres estar conmigo, poder volver a ser el de antes, el pibe sencillo y feliz, contento con lo que le toco en esta vida. Pero no puedo dejar de pensar en vos y en lo felices que podríamos ser.
El aire pesa cada vez más.
Quiero llenarte de besos desesperados y huérfanos y abrazarte quedando dormido a vos, ver tu sonrisa al despertar y no dejar de apreciarla hasta volver a dormir solo para soñar con vos.
Estoy lleno de contradicciones y preguntas que no tienen respuestas, crisis hay que transitarlas pero no sé cómo, el tiempo camina lento, con un ritmo desganado. Tengo esta contradicción entre ilusión y desesperanza.
Recién, hoy, dentro del rectángulo pude sentir que volvía a vivir, cuando todo volvía a salir bien. Cuando pude volver a hacer lo mio, pude volver a sentir que hacía lo que tenía que hacer, que servía de algo, sentirme útil.
Recién hoy en el rectángulo, con la redonda en mis manos,  pude sentir que la negatividad se iba y regresaba la esperanza.
Pero al salir todo volvió a ser lo que era tu ausencia en mis brazos, gritándome que después de la bocina por más que ganemos, no iba a volver a sentir  tus besos. 

martes, 20 de septiembre de 2011

Diario de la soledad

Día 1: 19/09/2011
El comienzo de lo eterno
Ayer fue la última vez que hablamos, me quede con ese gusto amargo que caracteriza todo final.
Tan solo pensar que lo último que te dije fue chau y no un te amo eterno, eterno como el tiempo, me hace faltar la respiración.
Tus dudas alimentan esperanzas en vez de terminarlas, sé adentro mío que un amor como el nuestro puede hacernos muy felices, solo hace falta tu fe, solo hace falta jugársela.
Lo siento en lo profundo de mi corazón, que si me dieras una segunda oportunidad, si nos diéramos una segunda chance, no tendríamos techo, seríamos los dos complemento y base de NUESTRA Felicidad. Es que estos dos meses sin vos fueron años, no sé dónde encontrar mi energía, mi motivación.
Mi vida es a tu lado, y son esas cosas que uno no sabe porque pero tiene plena seguridad, mis lágrimas no pueden ser en vano.
No hablarte es de los peores castigos que me toca, no saber cómo estas, como son tus días, son cosas que no me permito pero según vos es por tu bien. Lo extraño es que no me imagino mejor bien para vos que mi amor incondicional y eterno.
Este fue mi primer día sin hablarnos y pareció una pesadilla en una montaña rusa.
¿En qué parte de mi alma está la fuerza para olvidarte y poder seguir? No lo sé, sigo buscando. Lo que sí sé que jamás pensé que tu partida sería ese eslabón principal en mi cadena, sin vos me siento perdido, no sé para dónde ir.
Flaca quiero que seas feliz y yo siento que es conmigo, pero veo que estoy equivocado.
Este fue mi primer día sin vos, sabiendo que te perdí para siempre. Mis lágrimas ya se acostumbraron a salir a dar una vuelta cada tanto recordándote y saliendo a buscarte para ver si en algún momento vuelven a encontrarte mis labios.

domingo, 14 de agosto de 2011

El juego

Llego al vestuario, las vendas están enrolladas, la camiseta doblada sobre el banco con los pantalones y las medias. Botines en el piso esperando para arrancar.
Empiezo el ritual de vendarme y ponerme la ropa, la mezcla entre concentración y relajación es increíble. Estamos por hacer historia un “equipo chico” peleando por el campeonato, solo tenemos que ganar este partido, me digo solo, como subestimando al rival, pero jugamos contra el mejor equipo del torneo. Me tengo que poner la camiseta y mi número refleja mi rol en el equipo, tengo la 5, tengo que ser el termómetro, el que analice, el que marque los ritmos, depende mucho de lo que haga en este partido. El milagro y la normalidad se enfrentan hoy, si perdemos todo concuerda con lo normal que debería ser la vida, pero si ganamos, si ganamos… eso sería el milagro.
Entro a la cancha, el clima esta increíble, es de noche pero con la temperatura justa, la gente que está viendo el partido alienta esperando el pitido inicial, que nos lleve a retar al destino, para poder pasar a la historia, para poder quedar en la memoria de todos.
Y suena el pitido, la pelota se mueve, todo se mueve con una dinámica increíble, como si alguien estuviera planeando todo.
En los primeros minutos estamos haciendo historia y le está costando al rival, cada vez que toco la pelota grabo en mi cabeza el momento, la siento, la piso y trato de recordar ese momento, ese tacto, ese momento en que somos uno.
Los pases están saliendo bien, tanto es así, que tenemos varias chances de gol buscando las espaldas de los rivales.
Tanto es así que me escapo entre dos y enfrento al arquero, y todo se frena, es mi pie el que siente como nunca va a sentir otra cosa en la vida, le da el beso a la pelota y la deja salir, partiendo pero guiando su recorrido, diciéndole a donde ir, hasta que encuentra su destino en la red que la embolsa en un abrazo interminable.
Pero no todo es color de rosa, el partido se empieza a complicar, el equipo rival comienza a atacarnos con fuerza, y demostración de su poder, de su historia, de su juego.
Los pases ya no son los de antes, no llegan a destino, no se encuentran con los pies de mis amigos, comienzan los roces y las molestias,  el otro equipo cada vez más adelantado, hasta que en una jugada impensada la normalidad le gana al milagro y nos empatan el partido terminando el primer tiempo.
En el descanso solo las caras alcanzan para demostrar nuestra caída, es que el empate no alcanza para la gloria, solo nos sirve el milagro de la victoria, solo sirve tratar de no equivocarnos más o lo menos posible.
Entramos al segundo tiempo buscando dar vuelta la situación, sabiendo que si queríamos el milagro deberíamos buscarlo nosotros y hacer que suceda, pero a veces las cosas no funcionan así, el destino tiene muchas formas de terminar engañándonos para triunfar.
Seguimos metiendo ganas, remando un partido que depende de nosotros, pero no podemos llegar a las oportunidades de gol. En una jugada que algunos llamarían suicidas, voy a buscar el partido, y en una gambeta, un golpe me derriba en el área, quedan dos minutos para terminar el partido, el penal define.
Debo ser yo quien defina si el milagro es posible, o la normalidad se lleva de vuelta a su casa el plato principal.
Acomodo la pelota, la veo por última vez, la memorizo, para no olvidarla nunca más. Acaricio sus cachetes para no olvidar más su sonrisa, la miro a sus ojos que me iluminan. Tomo los pasos para la carrera. Miro su boca que me llama pidiendo mil besos que no llegan. Doy el primer paso hacia la pelota mirando al arquero que espero vencer. Me acerco a su boca esperando terminar con la barrera del desamor. Le pego a la pelota retando al destino para ganar mi milagro, depende de él como termine esta historia…

jueves, 11 de agosto de 2011

Sentir Saber

Hay algo tan contradictorio en los sentimientos, la contradicción que casi en la mayoría de las veces se oponen a los pensamientos que algunos llamarían lógicos.
¿Por qué es tan fácil que el corazón y el cerebro se enfrenten? Es tan fácil que se enfrenten y tan difícil saber que se debe hacer, es tan difícil para algunos escuchar a su corazón, y tan difícil para otros escuchar a su cerebro.
Uno sabe que tiene que seguir al cerebro, pero siente que tiene que seguir al corazón, entonces a cual le hace caso.
¿Es tan difícil como elegir una carrera? ¿o más aún tal vez? Y si es así de difícil ¿hay distintos tipos de personas? Los que siguen al cerebro o al corazón, es tan difícil ponerse de acuerdo.
Daría lo que fuera por poder ir jugando entre una línea y la otra, pero es imposible, siento seguir a mi corazón. Lo siento y para mi es la verdad que hay que seguir, la verdad que guía mi camino. ¿Cómo hago para luchar contra algo que me está destruyendo? Me estoy autodestruyendo porque soy yo el que está eligiendo  destruirme, pulverizarme contra un sol que no para de brillar.
¿Cómo hago para ser yo el que elige, y no el cerebro o el corazón?
Estoy condenado a una maldición a un hechizo que no me puedo liberar, no encuentro la salida al laberinto, no deje un rastro de panes, ni deje desenrollar el hilo dorado, ni hice marcas que me indiquen la salida. Estoy metido hasta lo más profundo de mí y no puedo elegir más, perdí el volante.
Es tan difícil pensar y sentir, son contradictorios, hoy lo vivo y se me hace difícil seguir sin pensar que me estoy quedando sin algo. Irme o quedarme, olvidar o seguir, amar u odiar, llorar o reír, parecen opciones, pero no puedo elegir ninguna tengo que hacer lo que siento, porque así es como vivo, sintiendo. Hoy mataría por ser la mitad de lo feliz que era  en su momento.
Esperar tampoco es para lo que fui hecho, pero acá estoy, esperando, esperando un milagro,  esperando que mis esfuerzos no sean en vano, remando contra un río que no me deja descansar, remando, nadando, ahogándome, tragando agua y volviendo a salir para respirar por algunos momentos.
Acá estoy esperando que todo pase y en algún momento pueda respirar abajo del agua, para poder sobrevivir, esperando que los milagros ocurran. Tal vez si espero lo suficiente pueda aprender a volar, pueda respirar bajo el agua, pueda llegar a la luna, tal vez pero ese no es el milagro que espero, el milagro que espero es que sientas lo mismo que yo. Espero que no me salgan raíces de tanto esperar, que no me convierta en ave para volar, ni en pez para nadar, espero que simplemente puedas sentir lo que siento yo… tal vez, sí sea un milagro que no se pueda cumplir. 

miércoles, 3 de agosto de 2011

Segundo plano

Alguien alguna vez dijo: El amor no se pregona, se demuestra. Cuánta razón tenía, tenemos tanta necesidad de sentirnos queridos, de sentirnos alguien especial.
¿Podemos sentirnos amados sin acción, sin demostraciones? ¿Cuándo queremos sentirnos amados, cómo queremos sentirnos amados?
¿Queremos compartir cosas, tener en común cosas o queremos que sea distinto a nosotros?
Estas diferencias pueden existir, algunos pueden preferir algo y otros algo distinto, pero muchas veces, les diría la mayoría de las veces no podemos elegir estas “preferencias”.
Lo que no podemos evitar sentir es que la persona que está a nuestro lado nos llena, nos hace feliz de tantas formas, con tantos actos que no podemos describirlos, la sentimos cerca y que nos conoce como nadie, que es la persona que queremos a nuestro lado en las peores y en las mejores situaciones.
Jorge Bucay decía “No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con ellas.”
Cuanta verdad hay en esas palabras, no podemos evitar lo que sentimos pero si podemos hacer algo con ellas.
¿Qué pasa cuando este sentimiento cae y no llega otra vez? ¿Qué hacemos cuándo vemos que eso que fue, no vuelve, intentas y re intentas pero no volvemos a sentirnos igual? Mas allá de la razón que puede ser que uno de los dos cambió o los dos, tal vez alguno de los dos se dejó estar o los dos ¿Qué hacer en ese momento en que tanto amor sentido ya no llena?
No sé qué hacer ante esta situación, cómo reaccionar, si vivo de un recuerdo que capaz nunca vuelva, ¿cómo hacer para descargar todo lo que uno siente, si la persona que tenemos al lado no nos demuestra amor, no tiene un gesto de verdadero amor, solo centellas de algo que podría volver a ser lo de antes, pero que no lo es?
¿Cómo hacer si uno esta lleno de amor en su interior y no puede hacer nada para que no le duela lo que pasa? ¿Cómo hacer si esos gestos que uno ve tan importantes el otro no los tiene, no los ve, no los entiende o no los siente?
El otro tal vez no nos pida nada, pero es porque estamos dejados de lado, estamos en segundo plano ¿vale la pena, ser el segundo plano de la persona que amamos?
Entregar el corazón ya no parece tan buena idea, intento sacarlo, intento que no juegue esta partida pero se me hace muy difícil que no opine que la amo, que la quiero a mi lado, y mi cerebro dice que no me llena, que no puedo ser feliz, apoyo mi esperanza en un recuerdo de algo que puede llegar a volver, pero si no soy el primer pensamiento de la persona que tengo al lado ¿podemos seguir? ¿Se puede seguir si la persona a nuestro lado no somos la primer persona que piensa en apoyarse?
Oscar Wilde decía: “¿Cómo vas a ser feliz con alguien que te trata como a una persona normal?” hasta donde es verdad la pelea entre la cotidianeidad y el amor, no confundirla, no rutinarla parece imposible.
Hay personas que dicen que el amor solo existe si se admite a terceros ¿será verdad esto? ¿Alguien podría estar con una persona que vive su amor en secreto sin demostrarlo? O peor ¿podría estar con alguien que no sabe lo que siente o sabe que es finito, o con alguien que demuestra que lo menos posible, que no puede entregarse completamente?
Vuelvo a la misma pregunta, ¿Se puede seguir siendo el segundo plano de la persona que amas?
Es masoquista pensar en la idea, pero es tan difícil tomar la decisión de irse. La persona que nos tiene en segundo plano, está tranquila, solo molestamos cuando pedimos primer plano, y por planos no hablo de tenernos primeros siempre, sino tenernos presentes ¿Qué hacemos cuando hay tantas cosas antes que nosotros? El dolor me mata, me destruye, me saca la felicidad pero no sé qué hacer, estar entre el desgano, y el estar incompleto, o intentar vivir una vida sin la persona que amamos con todo nuestro corazón.
¿Qué hacer cuando somos el segundo plano de la persona que amamos?, es tan difícil decir basta.

Mi ultima carta

Esta carta es una descarga a este sentimiento tan raro. Es raro pensar algo que es tan poco palpable, tan abstracto, tan distinto para cada persona signifique tanto, te llene tanto si lo tienes y tan vacío si no lo tienes.
Esta carta no es para nadie y para vos al mismo tiempo, no te la estoy dando porque sé que no serviría. Solamente intento describir este sentimiento de vacio que es saber que no sentís lo mismo, que no me amas igual. Te amo y siempre lo hice, te lo quise demostrar cada día de mi vida. No alcanzó, fue demasiado tal vez. Lo importante no es cuanto te amo o amé. Sino lo que siento por no tenerte.
Quien iba a decir que algo tan abstracto signifique algo tan importante en una persona, es que lo quiero todo con vos, quiero tu alma y tu corazón, el no tenerlo me hace no querer dejar pasar a nadie tanto como a vos. Nunca confié tanto en alguien, y jamás alguien me defraudo tanto. Sé que son cosas de la vida, que no hiciste nada malo, pero no puedo estar sin vos. El aire me pesa, las ganas, las energías no están. No sé qué hacer y me siento perdido, no sé cómo afrontarlo ni para dónde ir. No sé cómo actuar para no extrañarte más, nada me hace olvidarte ni un segundo, nada me hace tener una anestesia a este dolor.
¿Por qué es tan difícil olvidarte? Te metiste tanto en mí que ahora no quiero dejarte ir, pero tampoco estas, extraño todo de vos, todo me hace acordar a vos. Quiero que vuelvas para poder realizar el sueño que pensé que teníamos. Quiero que vuelvas para que vuelva mi sonrisa, mi felicidad. Sin vos no soy feliz, por favor si se te ocurre volver no te olvides los besos que te di, los abrazos que nos dimos, los momentos que reímos y los que lloramos, no te olvides de traerlos si llegaras a volver así, con un poco de suerte de este destino podría volver a estar bien y feliz. De otra forma si no volvieras, tendré que tratar de vivir con este vacío y tristeza para siempre, haciendo que mi bien sea mal hasta que vuelvas.
Lamentablemente no depende de mí que vuelvas, depende de que puedas ver que nadie te va a amar como yo. Nadie va a darte lo que yo te di. Porque te amo a vos con todo lo que viene, con lo mal que me hacen algunas cosas, te amo a vos. Unos días sin vos fueron los suficientes para darme cuenta que no quiero ni uno más así.
Sé que no vas a volver, sé que no te vas a arrepentir de dejarme, y eso es lo que más me duele. No me va a quedar otra que acostumbrarme a este sentimiento de soledad del corazón.